TESTIGOS MUDOS DEL DEVENIR DE LA NATURALEZA, IMPASIBLES AL CICLO DEL TIEMPO O DESAFIANDO SU CONDICIÓN DE INERTE PARA ADQUIRIR CAPACIDAD SIMBÓLICA SON LAS VIEJAS PIEZAS DE MUSEO QUE HAN SIDO RESTAURADAS PARA CONVERTIR EN INÓSPITO CADA RINCÓN. UNA RUEDA DE CARRO CONVERTIDA EN MESA, UN ARCÓN, ESCANOS, LA CHIMENEA DE PIEDRA QUE CRUZA LA HABITACIÓN PRINCIPAL, LAS VIGAS CURVADAS, EQUILIBRAN EL MÁS ABSOLUTO SOSIEGO DEL ESTAR.
HABLAMOS DE UNA CASA GRANDE DE LABRANZA, DENOMINADA EN SU ESCRITURA ORIGINAL COMO "PAZO DO CAMPO", EN SU REHABILITACIÓN SE HA ENCONTRADO UNA PIEDRA CON UNA INSCRIPCIÓN DEL AÑO 1627. SE ORGANIZA EN TORNO A UN PATIO INTERIOR CERRADO EN TODO SU PERÍMETRO EN EL QUE SE DISPONEN DOS CUERPOS EN V ABIERTA HACIA EL MEDIODÍA. REHABILITADA RECIENTEMENTE CONSERVANDO TODA SU ESTRUCTURA ORIGINAL RESPETANDO LOS MATERIALES Y USOS TRADICIONALES Y CUIDANDO AL VIAJERO TRANQUILO QUE LE GUSTA ENTRAR SOSEGADAMENTE EN LA BELLEZA DE LAS COSAS MENUDAS. EL DECORADO DE LA CASA AL ESTILO RÚSTICO Y EL PAISAJE QUE LA RODEA HACEN DE CADA RINCÓN UN LUGAR ACOGEDOR.