En la ruta de los olivos centenarios, en una parcela de mas de cinco mil metros cuadrados tenemos esta casa rural rodeada de olivos con viejos troncos retorcidos plantados por los moros . La casa está a la entrada de la finca pero suficientemente alejada del camino para que la paz y la tranquilidad que se respira no se vea alterada por nada . Su nombre lo recibe de las plantas de lavanda que crecen por el campo y que impregnan el ambiente de un aroma muy especial . Comparte piscina con otra casa . La situación de la piscina, alejada de las casas hace que aun con niños bañándose la tranquilidad sea absoluta (tex. rural-Gt). La barbacoa en el jardín y el porche le dan un encanto muy especial a esta casa.